El chandal Real Madrid 2020/21 confía en que la operación Mbappé está atada y bien atada. No con papeles firmados, pues eso no podrá ser hasta, al menos, el 1 de enero, pero en el club blanco sí tienen la convicción de que el deseo del jugador de jugar en el Madrid del pasado verano se mantenga cuando finalice este curso para que llegue sin coste de traspaso. Sin embargo, el PSG tiene una bala en la recámara, una bala con la que no contaba, pero que puede dificultar la operación.
Todo arranca con el cese de Ole Gunnar Solskjaer como técnico del Manchester United; el noruego apenas ha logrado sumar 17 puntos de 36 y tenía al United fuera de los puestos europeos, pese al gran talento que encierra su vestuario (Pogba, Fernandes, Cristiano, Sancho…). El primer impulso del club británico fue ir a por el entrenador más exitoso sin equipo en estos momentos, el nombre estaba cantado: Zinedine Zidane. El francés dejó el Madrid el pasado verano, desencantado con el papel del club en los momentos difíciles, y todo apunta a que está esperando a que quede liberado el banquillo de Francia. El United le trasladó una propuesta, pero Zizou la rechazó: la barrera idiomática le parece un problema insalvable y no termina de verse tentado por la Premier.
Sin embargo, la segunda opción del United ha sido Mauricio Pochettino, que ya entrenó en el Reino Unido a Southampton y a Tottenham, conoce perfectamente la Premier y tiene galones de entrenador de primer nivel. Y parece ser que la llegada del actual preparador del PSG no es del todo imposible y, lo que es más importante, implicaría un posible aterrizaje de Zidane en París, donde el idioma deje de ser un problema (el francés y el español son las lenguas predominantes en el vestuario) y donde además sería profeta en su tierra, en la capital del país al que hizo grande, ganando un Mundial y una Eurocopa.
En ese contexto, el PSG confía en que la llegada de Zidane pueda llevar a Mbappé a replantearse su futuro inmediato. El delantero sigue sin renovar, rechazó varias propuestas el verano pasado y forzó la máquina para salir, pero el club parisino se lo impidió, rechazando incluso una oferta de 200 millones por parte del Real Madrid. Ahora mismo el PSG sabe que tiene la batalla perdida, todo el dinero que le ha ofrecido a Mbappé no parece ser tentación suficiente y el jugador ha dado varias entrevistas en las que ha traslucido su deseo de cambiar de aires.
Zidane, ídolo de Mbappé
Pero Zidane es una figura de la potencia suficiente como para voltear el asunto, o al menos de retrasarlo un curso por lo menos, suficiente para que el PSG llegue al Mundial de Qatar con Mbappé en sus filas. En términos de imagen, el país árabe lo considera importante, quiere llegar a la cita de 2022 con su constelación de estrellas intacta. Zidane contactó a Mbappé varias veces en el pasado para trasladarle sus deseos de que recalase en el Madrid.
No se trató de un contacto oficial, sino de una conversación entre uno de los ídolos de la infancia de Mbappé (el otro es Cristiano) y el hombre que debe llevar a Francia a los mayores éxitos en la década que comenzó hace ahora un año. No es una jugada segura, pero en el PSG confían, al menos, en que si un Zidane entrenador del equipo parisino habla, Mbappé escuche.