Diego Mariño, un seguro de vida para el Sporting de David Gallego

David Gallego se jugaba el puesto en la última jornada del año. Una victoria en Ibiza era el único resultado que podía evitar su destitución como entrenador de un Sporting que llegaba a la isla con diez jornadas consecutivas sin ganar. Y el equipo rojiblanco lo consiguió gracias a los goles de Aitor y Djuka, pero también a otra gran actuación de Diego Mariño. El portero vigués volvió a ser un auténtico seguro de vida para el conjunto gijonés y para su técnico.

Mariño volvió a ser el portero seguro y fiable que siempre ha sido en las últimas temporadas para el Sporting. El guardameta tuvo una actuación destacada sobre todo con dos intervenciones de gran mérito cuando se cantaban los goles en las gradas de Can Misses. La portería rojiblanca se quedó imbatida por cuarta vez en esta temporada muy irregular para el equipo de Gallego y negativa en el aspecto defensivo que padece de manera especial el capitán.

En el ecuador del campeonato, el Sporting ha encajado 24 goles, ocho más que en el pasado ejercicio. Para Diego Mariño son diez tantos más recibidos porque en esta campaña ha jugado todos los minutos hasta el momento, mientras que en la temporada anterior se perdió las dos últimas jornadas porque fue uno de los futbolistas rojiblancos contagiados por coronavirus.

Mariño, siempre entre los porteros menos batidos de la categoría las últimas campañas, ha sido protagonista en el Sporting en no pocas jornadas, con actuaciones que han evitado empates y derrotas del equipo gijonés. En el olvido ha quedado la última jornada del último curso cuando en El Molinón encajó ante el Almería dos goles inexplicables para un portero de su nivel; fue el partido de peor recuerdo en su brillante trayectoria profesional. Al final recibió el consuelo de compañeros, rivales y hasta del árbitro, el navarro Eduardo Prieto Iglesias. Aquella derrota contribuyó a que el equipo de Gallego se quedara fuera del playoff de ascenso.

Aquel fue un lunar en una temporada en la que resultó clave, junto a los goles de Uros Djurdjevic, para que el Sporting se mantuviese durante toda la competición entre los mejores equipos de la liga. En la presente campaña, Diego Mariño padece de manera especial la debilidad defensiva que muestra el equipo, a pesar de lo cual sigue mostrando sus mejores condiciones como sucedió en Ibiza.

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